Fractura de peroné: causas y síntomas

La fractura de peroné es una lesión común y dolorosa que puede afectar significativamente la movilidad y calidad de vida de una persona si no se trata a tiempo. 

En Bupa Seguros, te explicamos qué es, cómo se produce, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla correctamente.

¿Qué es una fractura de peroné?

La fractura de peroné ocurre cuando el peroné o fíbula, un hueso largo y delgado ubicado en la parte externa de la pierna, entre la rodilla y el tobillo, se rompe. Este hueso es fundamental para proporcionar estabilidad a la articulación del tobillo y sostener la musculatura de la pierna y el pie, lo que asegura la movilidad en la parte baja del cuerpo.

Causas comunes de una fractura de peroné

Este tipo de fractura suele ser el resultado de traumatismos de alta energía o tensiones excesivas que el hueso no puede soportar. Las causas más comunes incluyen:

1- Lesiones deportivas

Estas lesiones son frecuentes en deportes de contacto como el fútbol, el básquetbol o el rugby, que implican correr, saltar, colisionar con otros jugadores o realizar giros rápidos. Estos movimientos pueden ejercer una presión excesiva sobre la(s) pierna(s), provocando la fractura de peroné.

2- Caídas

Las caídas desde una altura considerable o sobre superficies irregulares pueden causar fracturas de peroné, especialmente en personas mayores, debido a la pérdida de equilibrio y disminución de la densidad ósea por la edad. No obstante, cualquier persona que caiga abruptamente y aterrice con el peso del cuerpo sobre una pierna puede sufrir una fractura.

3- Accidentes de tráfico

Las colisiones a alta velocidad que impactan directamente en las piernas pueden causar múltiples fracturas de huesos, incluido el peroné.

4- Fisuras por estrés

Estas lesiones se desarrollan a lo largo del tiempo debido a movimientos repetitivos de alta intensidad o sobrecarga constante en las piernas. Son comunes en corredores de larga distancia y personas que practican otros deportes como danza, fútbol, básquet y vóley.

Síntomas

Los síntomas de una fractura de peroné pueden variar según la gravedad de la lesión, pero los más comunes incluyen:

• Dolor intenso en la pierna, principalmente en la parte externa, que aumenta con el movimiento.
• Hinchazón.
• Moretones alrededor del área afectada.
• Incapacidad para soportar peso en la pierna afectada.
• Sensación de inestabilidad.
• Deformidad visible (en fracturas graves).

 

Es fundamental realizar radiografías ante cualquier lesión en el tobillo para descartar una fractura de peroné, ya que los síntomas iniciales pueden ser confusos. Incluso si el traumatismo parece leve, podría haber una fractura. Por lo tanto, es esencial acudir al médico para obtener un diagnóstico preciso.

¿Cómo se trata una fractura de peroné?

El tratamiento adecuado es crucial para una correcta recuperación. El médico será el encargado de evaluar la fractura para determinar el mejor enfoque:

• Inmovilización: Para fracturas sin desplazamiento, se coloca una férula, una bota ortopédica o un yeso para inmovilizar la pierna y mantener el hueso en su lugar durante un periodo de 4 a 6 semanas.
• Cirugía: En casos graves, con fragmentos desplazados o cuando afecta a otras estructuras (como ligamentos o articulaciones), se realiza una cirugía para alinear los huesos y estabilizarlos con placas o tornillos. El tiempo de reposo dependerá de la edad del paciente y otros factores.
• Rehabilitación: La rehabilitación es necesaria para recuperar la funcionalidad de la pierna afectada, mejorar su movilidad, prevenir la rigidez/atrofia muscular y fortalecerla. Es crucial después del tratamiento inicial, ya sea tras el período de enyesado o de reposo post cirugía.

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