¿En qué consiste la colonoscopia virtual?
El cáncer de colon es una de las causas de muerte por cáncer más frecuentes en el mundo. Se desarrolla a partir de pequeños pólipos preexistentes y puede evolucionar lentamente sin presentar síntomas.
Para detectarlo en sus etapas iniciales, es crucial realizar exámenes periódicos. En este sentido, la colonoscopia virtual se presenta como una técnica avanzada que facilita su detección al ofrecer una evaluación rápida y precisa del intestino grueso.
En Bupa Seguros, te explicamos en qué consiste este procedimiento, cuándo debe realizarse y cuáles son sus diferencias con la colonoscopia tradicional.
¿Qué es una colonoscopia virtual?
La colonoscopia virtual es una técnica no invasiva de diagnóstico que utiliza imágenes tridimensionales para visualizar el colon. Mediante una tomografía computarizada, se escanea el intestino grueso y se generan representaciones detalladas del colon y el recto para detectar posibles anomalías.
A diferencia de la colonoscopia tradicional, que requiere la inserción del colonoscopio, esta alternativa solo requiere la introducción de un pequeño tubo flexible en el recto para inflar el colon.
¿Para qué se realiza una colonoscopia virtual?
Este procedimiento suele ser recomendado por el gastroenterólogo en los siguientes casos:
1- Detección de pólipos
Muchos casos de cáncer colorrectal se originan a partir de pequeños pólipos en el colon. La colonoscopia virtual puede detectar estos pólipos cuando aún son benignos, facilitando un diagnóstico temprano del cáncer y aumentando las probabilidades de un tratamiento exitoso.
Es importante tener en cuenta que, si se encuentran pólipos durante el examen, será necesario programar una colonoscopia convencional para su extracción.
2- Seguimiento de anomalías
Particularmente, aquellas detectadas en estudios previos. Cuando los resultados de otros exámenes son ambiguos, la colonoscopia virtual proporciona una visión más clara y detallada, esencial para el éxito del tratamiento y progreso del paciente.
3- Pacientes con condiciones especiales
- Personas con dificultades para completar una colonoscopia tradicional debido a la anatomía de su colon.
- Pacientes que no deseen someterse a una colonoscopia tradicional debido a factores de riesgo o preferencias personales.
- Personas mayores o con condiciones médicas que incrementen el riesgo de complicaciones graves.
¿Cómo se realiza este examen?
La colonoscopia virtual es un procedimiento rápido e indoloro que comprende las siguientes etapas:
- Preparación: Antes del procedimiento, el paciente deberá limpiar su intestino grueso siguiendo las instrucciones del gastroenterólogo, que incluyen una dieta especial y el uso de laxantes, similar a la preparación de una colonoscopia tradicional.
- Procedimiento: El paciente deberá recostarse en una mesa de tomografía computarizada sobre uno de sus lados y con las rodillas flexionadas hacia el pecho. A continuación, el radiólogo le introducirá una pequeña cantidad de aire en el colon a través de un tubo rectal, para expandirlo y visualizarlo con mayor claridad.
- Toma de imágenes: El escáner irá capturando múltiples imágenes del colon y el recto desde varios ángulos. Para ello, es posible que el radiólogo le pida al paciente que cambie de posición o contenga la respiración para garantizar imágenes precisas.
- Finalización: Una vez obtenidas las imágenes, el radiólogo retirará el tubo rectal. Debido a que no se requiere sedación ni anestesia, el paciente puede reanudar sus actividades habituales de inmediato.
¿Quiénes deben realizarse una colonoscopia virtual?
- A partir de los 45 años: Se recomienda que todas las personas comiencen a realizarse exámenes de detección a partir de los 45 años. Si no existen factores de riesgo adicionales, el examen deberá repetirse cada 5 0 10 años, según lo indicado por el médico.
- Personas con antecedentes familiares de primer grado: Los familiares de primer grado incluyen a los padres, hijos y hermanos. Si alguno de ellos ha padecido cáncer de colon, el riesgo de desarrollarlo aumenta considerablemente. En estos casos, se sugiere comenzar la exploración a los 40 años o menos y pueden repetir el examen en intervalos más cortos (por ejemplo, cada 5 años).
- Antecedentes personales: Personas que padezcan problemas digestivos, como enfermedades inflamatorias intestinales o que hayan tenido pólipos en el intestino, deberán someterse a exámenes regulares según las indicaciones de su médico.
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