¿Qué es la diabetes tipo 1 y tipo 2?
La diabetes es una enfermedad en la que el azúcar en sangre se eleva por sobre los niveles normales. Cuando no se controla, puede traer complicaciones a corto y largo plazo, ya que aumenta, entre otras cosas, el riesgo de infarto al corazón y ataque cerebrovascular, por lo que el diagnóstico preciso a tiempo es fundamental.
Desde Bupa Seguros, te explicamos qué es la diabetes, qué diferencias existen entre sus dos tipos principales y cuáles son las complicaciones de no tratarla correctamente.
¿Qué es la diabetes?
La diabetes es una enfermedad crónica que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre es demasiado alto, debido a una deficiencia en la producción de insulina.
Básicamente, la glucosa o azúcar en la sangre es la principal fuente de energía del organismo y proviene de los alimentos. La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a que la glucosa en estos alimentos ingrese en las células y se transforme en la energía vital para que tus músculos y tejidos funcionen como deben.
Algunas veces, el cuerpo no produce suficiente insulina, no produce nada o no la usa eficientemente, causando que la glucosa se quede en la sangre sin llegar a las células y que, por ende, no se distribuya de forma adecuada.
Así, el exceso de glucosa en sangre puede llegar a ser perjudicial para todo el organismo, pero sobre todo para el corazón, el riñón y las arterias, por lo que las personas que tienen esta enfermedad (e incluso quienes no lo saben o no la tratan), corren más riesgos de sufrir, por ejemplo, problemas renales, infartos, pérdida de visión y amputaciones de miembros inferiores.
¿Cuántos tipos de diabetes existen?
Principalmente, existen tres tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1
En la diabetes tipo 1, el sistema inmune del cuerpo ataca y destruye las células del páncreas que producen y secretan la insulina. Sus síntomas se presentan comúnmente en niños y adultos jóvenes, a lo largo del tiempo o de forma repentina, e incluyen:
- Tener más sed de la habitual.
- Sensación de hambre constante.
- Necesidad de orinar constante, incluso durante la noche.
- Pérdida de peso inexplicable.
- Cansancio y fatiga.
- Visión borrosa.
Normalmente, después de comer, la cantidad de glucosa (azúcar) en la sangre se eleva. Cuando esto ocurre, el páncreas envía insulina a la sangre, la cual funciona como una especie de «llave» que abre las puertas de las células del cuerpo para dejar entrar la glucosa que le brinda la energía que necesita.
En este sentido, quienes tienen diabetes tipo 1, no pueden usar la glucosa como fuente de energía, debido a que el cuerpo ha dejado de producir insulina. De esta manera, sin insulina, la glucosa no puede entrar a las células, por lo que permanece en la sangre y sus niveles aumentan.
Diabetes tipo 2
En la diabetes tipo 2, el páncreas produce insulina, pero las células no responden a ella tan bien como deberían. Esto hace que la glucosa no pueda entrar en las células y, por ende, aumente la concentración de azúcar en la sangre. Como resultado, el páncreas debe trabajar más para fabricar una mayor cantidad de insulina.
Inicialmente, este exceso de insulina permite que la glucosa se mantenga dentro de unos márgenes saludables, pero con el tiempo, el páncreas deja de funcionar a este ritmo y la concentración de azúcar en la sangre termina aumentando demasiado. Por lo tanto, se queda demasiada glucosa en la sangre y no llega lo suficiente a las células.
Se presenta comúnmente en adultos y tiende a desarrollarse lentamente. Sus síntomas pueden ser leves y fáciles de desestimar al principio, pero a medida que la enfermedad progresa, estos se vuelven más severos y potencialmente peligrosos. Si los niveles de glucosa en la sangre han estado elevados por mucho tiempo, los síntomas pueden incluir:
- Candidiasis.
- Cortes o llagas que cicatrizan lentamente.
- Manchas oscuras en la piel (acantosis nigricans).
- Dolores en los pies.
- Sensación de entumecimiento en extremidades o neuropatía.
Diabetes gestacional
Se trata de una condición que, a diferencia de los otros tipos de diabetes, ocurre cuando el cuerpo de la mujer no gestiona correctamente la insulina a causa de los cambios hormonales y metabólicos que se presentan con el embarazo.
Cuando una mujer tiene este tipo de diabetes, sus azúcares en sangre son altos. Esto hace que las concentraciones de azúcar de su bebé también se eleven y disminuya la capacidad propia del organismo de utilizar/responder a la insulina.
Por esto, es fundamental que la madre visite a un médico especialista que la ayude a monitorear y llevar un control durante su embarazo, a través de chequeos regulares.
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Otros tipos de diabetes
Otros tipos menos comunes de esta enfermedad están asociados a formas hereditarias/genéticas de diabetes (monogénica), al consumo de ciertos fármacos (como, por ejemplo, corticoides), una lesión en el páncreas (diabetes pancreopriva) o a la fibrosis quística (DRFQ).
¿Qué complicaciones provoca la diabetes?
Es importante que tengas en cuenta que la diabetes incrementa los riesgos de muchos problemas serios de salud. No obstante, la mayoría se pueden prevenir con un tratamiento adecuado, cambios en el estilo de vida y realizando controles periódicos.
Algunas de las complicaciones habituales que provoca la diabetes son:
Enfermedad cardiovascular
Es la causa más común de muerte y discapacidad entre quienes sufren de esta enfermedad y potencia condiciones como infarto agudo al miocardio, insuficiencia cardíaca congestiva, ataque cerebrovascular, entre otras.
Los síntomas de estas patologías pueden pasar desapercibidos por muchos años, por lo que los chequeos periódicos con un especialista son esenciales.
Enfermedad renal
La diabetes es una de las principales causas de enfermedad renal crónica y puedes intervenir con el funcionamiento correcto de los riñones o hacer que lleguen a fallar por completo.
Enfermedades oculares
Esta enfermedad incrementa el riesgo de desarrollar diversas complicaciones oculares que, si no se tratan, pueden llevar a limitar la visión o producir ceguera. Esto ocurre a causa de los niveles permanentemente altos de glucemia, unidos a la hipertensión y la hipercolesterolemia.
Neuropatía
La diabetes mal controlada produce daño en los nervios y en la irrigación sanguínea de los pies, aumentando el riesgo de complicaciones, llegando a ser severas. Esto puede causar dolor, pero también disminuir la sensibilidad a este, calor o frío. Este riesgo es especialmente elevado si hay hiperglucemia por tiempo prolongado, si fumas o si eres sedentario.
¿Se puede prevenir la diabetes?
Dependiendo del tipo de diabetes. Por ejemplo, en el caso de la diabetes tipo 2, que es la más común, se puede prevenir con un estilo de vida saludable, manteniendo un peso adecuado, una alimentación equilibrada y haciendo ejercicio regularmente. Para la diabetes tipo 1, no existe tratamiento preventivo, pero ciertos factores como la actividad física siempre son clave.
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