Chequeos preventivos en la tercera edad
Si ya estás en la tercera edad, el que tomes ciertas medidas para prevenir o detectar enfermedades a tiempo, es clave. Por esta razón, el realizarte chequeos preventivos de rutina es fundamental a la hora de ayudarte a establecer un panorama de tu salud general y controlar nuevas condiciones médicas, sin mayor problema.
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Importancia de la atención preventiva en la tercera edad
Como mencionamos antes, los exámenes preventivos de rutina son la manera más efectiva de detectar a tiempo algún signo de alerta frente a una posible enfermedad.
En este sentido, es importante que acudas al médico periódicamente para que te guíe sobre los estudios que necesitas hacerte y así puedas llevar un mejor control de tu salud.
¿Cuándo deberían comenzar los chequeos preventivos?
En general, deben realizarse una vez al año o bianualmente, aunque la regularidad dependerá exclusivamente de tu edad, los factores de riesgo que presentes y lo que te indique tu médico.
Tipos de chequeos preventivos recomendados
Algunos de los exámenes preventivos esenciales que te ayudarán a monitorear eficazmente tu salud son:
Evaluación básica: análisis de sangre, orina y tiroides
Incluye exámenes básicos de laboratorio como:
- Hematología completa: o el recuento de los valores porcentuales de las distintas células de la sangre. Es un estudio que abarca el hemograma, la fórmula leucocitaria y la velocidad de sedimentación, dando cuenta del estado tanto de tus glóbulos rojos como blancos. Esto para determinar si: tienes anemia, tus niveles de leucocitos (aliados en la defensa de tu organismo contra infecciones) y tu cantidad de plaquetas (participantes activas en tu proceso de coagulación) son los adecuados.
- TSH: o la hormona estimulante de la tiroides, es una prueba que se realiza para conocer el funcionamiento de tu glándula tiroidea. Ten presente que si tus niveles de TSH son demasiado altos (hipertiroidismo) o demasiado bajos (hipotiroidismo), puede ser un signo de problemas en la tiroides.
- Bioquímica: un análisis con el que sabrás tus niveles de glucosa en sangre, ácido úrico, colesterol total (HDL y LDL), bilirrubina, creatina, triglicéridos, fosfatasa alcalina y proteínas totales. Este te ayudará a detectar/descartar condiciones de salud como diabetes, daño en el hígado, enfermedad de los huesos, accidente cerebrovascular, cardiopatías, problemas en los riñones, entre otras.
- Orina: te ayudará a identificar elementos anormales (EA) como pH, densidad de la orina, glucosa, proteínas y sedimentos, para determinar insuficiencia renal y síntomas urinarios.
Generalmente, se recomienda hacer estos exámenes cada uno a tres años, dependiendo de tus antecedentes médicos y de los resultados que arrojen tus exámenes previos.
Evaluación cardiovascular: electrocardiograma
El electrocardiograma en reposo (ECG) es un procedimiento que mide la actividad eléctrica de tu corazón, para que sepas si está latiendo a un ritmo y fuerza normales.
A través de este estudio, se pueden detectar arritmias, infartos o insuficiencia cardíaca, si presentas factores de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares (tabaquismo, diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial o colesterol alto), dolor de pecho o taquicardia y alteración del pulso.
Densitometría ósea
Esta prueba mide la cantidad de calcio presente en tus huesos y detecta condiciones como osteopenia u osteoporosis. Está indicado para mujeres mayores de 65 años y hombres de 70, con factores de riesgo, fractura de cadera y fumadores activos o que consuman alcohol (de tres o más bebidas diarias).
En mujeres: mamografía y Papanicoláu
Indicado hasta los 75 años, los especialistas recomiendan realizar la mamografía en períodos de uno o dos años, con el fin de detectar cáncer de mama. Esto porque las posibilidades de padecer esta enfermedad a partir de los 50-60 años aumenta.
Por su parte el PAP o citología cervical, es la técnica más usada para detectar cáncer de cuello uterino de forma precoz. La recomendación es mantener los resultados de este examen hasta los 65 años: si los dos estudios realizados antes de alcanzar esta edad son favorables, no es necesario volver a hacerlo.
En hombres: examen de próstata
El cáncer de próstata es una de las enfermedades más frecuentes en Chile. Por lo que, es fundamental que, entre los 50 y 69 años, se realice la prueba de antígeno prostático (PSA), anualmente, y a los 70 años, de forma esporádica.
Además de la PSA, también es importante realizar otras pruebas como:
- Tacto rectal: donde el especialista palpa la próstata y valora si existe alguna anomalía (como, por ejemplo, un bulto).
- Ecografía y resonancia magnética: suelen realizarse si la PSA muestra valores elevados o si, efectivamente, se ha detectado una anomalía en el tacto rectal.
- Biopsia: en los casos donde el médico sospeche que puede haber cáncer de próstata.
Examen colorrectal: colonoscopía
Recomendado a partir de los 65 años, es un estudio que se realiza para detectar/prevenir el cáncer de colon. Este tipo de cáncer no siempre presenta signos, pero si se diagnostica en las fases iniciales, tiene mayor posibilidad de tratamiento y cura.