Claves al contratar tu seguro complementario
Al momento de contratar un seguro complementario de salud, el comprender en su totalidad los beneficios que te ofrece no siempre es fácil. Esto ocurre, principalmente, por no estar familiarizado con los términos que usan las aseguradoras en los contratos y que termina llevándote a escoger un plan de seguro que no te conviene.
Para nosotros, el que entiendas los términos básicos que se incluyen en las pólizas es sumamente importante, por lo que te entregamos una lista con los conceptos básicos esenciales que debes conocer antes de contratar un seguro complementario de salud.
Términos clave
Estos son los principales conceptos que debes saber al contratar tu seguro complementario de salud:
1. Asegurador y asegurado
El asegurador es la compañía que, mediante un contrato, se responsabiliza y asume la cobertura de todos los riesgos establecidos dentro de la póliza.
Por su parte, el asegurado, es la persona o empresa a la que protege la compañía de seguros. Está obligado a pagarle al asegurador las cuotas correspondientes al plan de seguro que lo respalda y las primas previstas en el cálculo realizado antes de la contratación.
2. Cobertura
Es la protección o beneficio que te proporciona la compañía de seguros y se encuentra especificada dentro de tu póliza.
Piensa que tu cobertura asume una parte de los gastos médicos a cambio del pago de una cuota que suele ser mensual, por lo que es importante que sepas en detalle cuáles son las enfermedades y demás servicios médicos que cubre, y qué beneficios adicionales pone a tu disposición.
Para determinar los alcances de tu cobertura, la aseguradora toma en cuenta factores como preexistencias, edad y nivel de salud general.
3. Deducible
En términos simples, el deducible es la cantidad de dinero (determinada al momento de la contratación) que debes pagar de tu bolsillo antes de que tu seguro comience a cubrir los gastos médicos. Es decir, se trata del costo inicial que asumes antes de que la aseguradora se haga cargo.
Por ejemplo, imagina que tienes un seguro de salud con un deducible de $1000. Si necesitas atención médica, primero deberás pagar $1000 de tus propios fondos para cubrir los costos médicos. Una vez que hayas alcanzado ese monto, tu seguro comenzará a cubrir una parte o la totalidad de los gastos, dependiendo de las especificaciones de tu póliza.
4. Copago
Se trata de una forma de pago compartido en la que abonas una cantidad de dinero cada vez que utilizas el seguro. Esto significa que, cuando recibes atención médica, una parte del gasto final será asumida por ti y la otra por tu compañía aseguradora.
El monto del copago está especificado en tu póliza y varía dependiendo de la especialidad, el prestador en el que te atiendas y el tipo de seguro con el que cuentes. Ten presente que el precio siempre será mucho menor en comparación a la tarifa que se les cobra a quienes no están asegurados, especialmente si usas los servicios con frecuencia.
También, es importante que sepas que hay servicios por los que no debes pagar un copago, los cuales te informará la aseguradora al momento de firmar el contrato.
5. Prima
Corresponde al monto mensual o anual que le abonas a la compañía de seguros para mantener tu cobertura activa. El importe de esta, o lo que es lo mismo, el precio de tu póliza, será más bajo o más alto dependiendo de los servicios y beneficios que cubra el plan de seguro que elegiste. Por tanto, lo que hace la prima es darte acceso a estos servicios.
Asimismo, debes tener presente que esta no se mantiene fija cada año, sino que incrementa un poco en cada renovación.
6. Carencia y preexistencias
La carencia se refiere al período de tiempo que debes esperar, tras haber contratado la póliza, para utilizar algunas de las coberturas y servicios que se incluyen en ella. En otras palabras, es el tiempo que transcurre desde que firmas el contrato del seguro hasta que puedes disfrutar de las ventajas que te ofrece.
Las preexistencias, por otro lado, son aquellas enfermedades o patologías que padecías desde antes de contratar el plan de seguro y que debes informar a la aseguradora obligatoriamente.
Ten en cuenta que, dependiendo de la gravedad de tu preexistencia médica, los costos del seguro de salud pueden aumentar (al tener que adaptarse a enfermedades más graves). De hecho, en la mayoría de los casos, el tratamiento de las preexistencias médicas de este tipo no suele estar cubierto por las pólizas o, en el caso de hacerlo, suponen un aumento en la prima que deberás pagar.
7. Red de prestadores
Hace referencia a la lista de profesionales médicos, proveedores de salud, hospitales y centros de atención que te brindarán los servicios médicos detallados en tu cobertura.
8. Reembolso de gastos médicos
Es una modalidad en la que la aseguradora te devolverá un porcentaje de los gastos médicos que tuviste por consultas con especialistas, hospitalización, intervenciones, medicamentos o asistencia en el parto, de acuerdo a lo establecido en la póliza que contrataste.
Uno de los puntos fuertes del reembolso de gastos es la posibilidad de acudir a profesionales en todo el país e, incluso, el extranjero. De hecho, no existe limitación en el momento de elegir la clínica donde quieres atenderte o el especialista con quien quieres verte.
No obstante, debes saber que esta libertad de elección supone realizar un pago por adelantado de la factura médica. Más tarde, y en función de las condiciones establecidas en tu póliza y el porcentaje estipulado, la compañía de seguros te reembolsará una parte o la totalidad de la cantidad que abonaste. Para ello, es fundamental que les entregues la documentación de la visita médica, ya que, de lo contrario, no podrán comprobar su veracidad.
9. BMI
La Bonificación Mínima de Isapre (BMI) es un porcentaje mínimo que la compañía aseguradora exige que sea cubierto por la Isapre o Fonasa del asegurado.
Imaginemos que tu Isapre cubre el 40% de una consulta de $30.000, que es $12.000, y el seguro complementario tiene un BMI del 50%. En este caso, la cobertura del seguro, no cubrirá el 50% de los $18.000 no cubiertos por la Isapre. En cambio, solo cubrirá el 50% de la totalidad de la consulta, es decir, $15.000.
Es crucial que cada persona investigue y encuentre dónde obtener las mejores coberturas. Esto permitirá potenciar el seguro complementario de salud con Fonasa o Isapre, aprovechando al máximo sus beneficios.
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