5 consejos para el cuidado de la piel

Una piel sana es una piel feliz. Se ve bien y se siente mejor aún, pero ¿tienes claro cómo debes cuidarla para que esté fresca, tersa y luminosa? Esto no sucede de un día para otro, de hecho, el cuidado de la piel es un hábito que se adquiere para toda la vida y solo te brindará buenos resultados.

Desde Bupa Seguros, te ofrecemos algunas recomendaciones clave para que luzcas una piel saludable siempre.

Consejo 1: limpieza

Antes de aplicar cualquier crema hidratante o protector solar y, por supuesto, maquillaje, lo primero que tienes que hacer es limpiar tu piel. ¿Por qué? Pues está expuesta a agentes como la polución, el viento, el sudor y bacterias (si sueles tocarte la cara constantemente), que se acumulan a lo largo del día y forman impurezas, sobre todo en los meses de mayor calor. Por esto, limpiarla adecuadamente es fundamental si quieres mantenerla sana.

Lo ideal es que la laves con un producto acorde a tu tipo de piel, dos veces al día (mañana y noche), para que elimines la grasa y suciedad acumuladas, y evites la aparición de brotes de acné, puntos negros, etcétera.

A esto, puedes sumarle algunos pasos adicionales (como la doble limpieza con agua micelar o una leche limpiadora), que complementen tu rutina y sumen a la eliminación de impurezas.

Por su parte, el realizarte una exfoliación de forma periódica también te ayudará a eliminar los restos de células muertas y a renovar las capas superficiales de la piel. Solo consulta con tu dermatólogo antes de hacerla, ya que existen varios tipos de exfoliantes (físicos y químicos) y lo ideal es que sea compatible con las características de tu piel.

Consejo 2: hidratación

Una vez hayas limpiado tu piel, es momento de hidratarla con una crema acorde a tu tipo de piel y edad. Los especialistas recomiendan aplicarla dos veces al día y que tengas una para la mañana y otra para la noche.

Básicamente, la función de las cremas hidratantes es retener la humedad en la piel, por lo que se trata de un paso esencial dentro de tu rutina si buscas mayor elasticidad, suavidad y tersura.

No obstante, ten presente que el beber agua es igual de importante, porque, cuando el cuerpo está deshidratado, la piel puede envejecer prematuramente y mostrarse seca. Esto aún más durante la temporada de verano en la que, con el calor, la piel pierde su humectación natural más rápidamente y es necesario reponerla.

Consejo 3: protección solar

Una de las formas más importantes y efectivas para cuidar tu piel es protegerla del sol. No es un secreto que, si durante toda tu vida te has expuesto regularmente a este, las probabilidades de que te aparezcan arrugas, manchas y otros problemas de la piel, aumentan, así como los riesgos de desarrollar cáncer.

Para proteger tu piel de los efectos negativos del sol, debes:

• Usar protector solar (siempre). De amplio espectro, con un factor de protección de, al menos, 30. Aplícalo después de haber hidratado tu piel y vuelve a hacerlo cada dos horas (o con mayor frecuencia si estás nadando o transpirando).
• Resguardarte del sol. Evitando exponerte al sol en las horas centrales del día (es decir, entre las 10:00 y las 16:00), debido a que los rayos UV son más fuertes, y buscando lugares que te brinden sombra si estarás al aire libre.
• Usar ropa que te proteja. Como prendas, preferiblemente oscuras, de mangas largas y pantalones también largos, ya que son más eficaces al momento de bloquear el sol. También, procura utilizar sombreros de ala ancha y lentes de sol con cristales que tengan filtros para radiación UV.

Recuerda que estos efectos son acumulativos y negativos a largo plazo. Lo que significa que, aunque el bronceado y las quemaduras por la exposición desaparecen a los pocos días, las consecuencias de estas lesiones las verás con el paso del tiempo.

Consejo 4: alimentación

Seguir una dieta rica en vitaminas, minerales y antioxidantes es muy importante para que tu piel se mantenga sana y bonita. Come muchas frutas, granos integrales, grasas saludables, verduras y alimentos que sean ricos en antioxidantes, porque contribuyen a prevenir la degeneración de las células.

Es simple, mantener una dieta adecuada ayuda a que tu piel se vea/sienta sana, hidratada y radiante.

Consejo 5: descanso y cuidado general

Es bien sabido que el descanso es vital para el buen funcionamiento del organismo en general, incluyendo la piel. Cuando tu calidad de sueño no es buena, ocurre un aceleramiento de los signos de envejecimiento y la dermis pierde su capacidad de repararse efectivamente. Esto producto, en parte, de la falta de regulación de colágeno, el agente encargado de proporcionar firmeza y densidad a la piel.

Cuando tu cuerpo está falto de ese «sueño reparador», entra en períodos de tensión que afectan la salud de tu piel y pueden llegar a causar acné o dermatitis atópica. Por eso, la recomendación siempre será dormir entre siete y ocho horas, dando prioridad a la calidad de tu sueño.

Asimismo, cuando estás experimentando niveles de estrés que se salen de control, tu piel puede volverse más sensible y propensa a brotes u otros problemas cutáneos. Trata de fijar límites razonables, hacer tiempo para las cosas que disfrutas, medita y haz lo que necesites para regular tu estrés.

Consejo Bupa

Ahora que ya sabes cómo mantener tu piel sana, es importante visites periódicamente a tu dermatólogo para que monitoree tu rutina y la adapte si es necesario. Sobre todo, teniendo en cuenta que tu tipo de piel puede cambiar con el paso de los años.

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